En Madrid, especialistas en el ámbito le informan sobre la utilidad de los pinchos antipalomas.
Son muchas las comunidades que tienen inconvenientes debido a que las aves, generalmente las palomas, ocasionan daños en las instalaciones tanto en la testera, el tejado como el patio de luces.
Los excrementos de estas aves no solo propiciarán un aspecto de abandono, sino también harán que, tarde que temprano, haya que intervenir mediante rehabilitaciones personalizadas.
Si se opta por estos sistemas es indispensable que la instalación sea la conveniente.
La mampostería, la piedra, el ladrillo, se ven resentidos por excrementos y restos que depositan las palomas, en ocasiones semillas que dan lugar a hierbas salvajes que nacen entre los resquicios de los muros, llegando a quebrarlos con el tiempo.
Cuantos menos pinchos y también instalaciones antipalomas se instalen, más asequible resultará el trabajo, por eso deben proponerse las colocaciones apropiadamente, conociendo bien las vías por donde se mueven estas aves, así como sus métodos de comportamiento en lugares en donde hallan comida, bebida y huecos para anidar.
Los excrementos dañan las edificaciones y los manchan. En el mercado tenemos trampas y variados productos químicos usados para ahuyentar palomas.
Los sistemas antipalomas se pueden instalar sobre la mayor parte de superficies y consisten en bandas de diferentes formatos rematadas por varillas de punta roma, las bandas se instalan con la densidad suficiente en las zonas de posamiento de las palomas, impidiendo que las palomas hallen el espacio suficiente para detenerse y posarse en área protegida.
En general, las aves son un genuino placer para la vista y el oído gracias a un hermoso plumaje y a los sonidos y cantos que generan. Pero algunos tipos pueden resultar una genuina amenaza.
Las palomas buscan lugares donde está la gente y los alimentos. Las palomas acostumbran a sentarse sobre los bordes de los tejados y azoteas, donde no las podemos lograr.